Suena el despertador. Son las siete y media de la mañana y empieza un nuevo día en la Escuela de Policía de Ávila. Desde hace unos meses, tu bloque es tu casa, compartes tu habitación con tres compañeros más y aprendes la profesión para la que tanto has trabajado.
Una ducha rápida y bajas a desayunar en uno de los cuatro comedores, el que tienes asignado. Allí, como cada mañana, puedes elegir entre varias opciones, aunque el café siempre es una buena idea. ¡Hoy será un día duro!
A las nueve comienzan las clases según el horario que se te ha asignado. Seis horas intensas de derecho penal, administrativo, métodos de investigación, policía científica… Materias teóricas que combinas con otras como educación física, defensa personal policial o técnicas con armas de fuego.
Hoy toca bajar a la galería de tiro. Aprovechas el camino para ponerte al día con tus compañeros. En la galería es importante concentrarse en las normas de seguridad para que la clase se dé de forma correcta. Una vez allí, protectores, medidas de seguridad y el ejercicio del día. ¡Una parte de la mañana hecha!
La siguiente clase es defensa personal. Rápidamente te pones el kimono, coges guantes y espinilleras y te reúnes con tus compañeros en el tatami. Hoy aprenderéis técnicas de defensa básicas para poder trabajar de forma más segura en la calle. Los 50 minutos que dura la lección se pasan demasiado rápido y toca ir a la ducha y a comer.
De nuevo en tu comedor, esta vez para elegir entre dos primeros, dos segundos y varias opciones de postre. Es importante alimentarse bien, por la tarde hay educación física y hay que coger fuerzas.
El entrenamiento de hoy va enfocado a una de las cinco pruebas físicas que se piden dentro de la academia: 1.500 metros, 400 metros, natación, press banca y dominadas. Ha sido un día completo y te mereces descansar. Son las seis de la tarde.
Llegas a la habitación y decides vencer la pereza para estudiar lo que has dado hoy en clase. Puedes hacerlo en la habitación, donde tienes tu propio escritorio o bajar al aula de estudio habilitada para los alumnos, donde además puedes descansar de vez en cuando en las zonas comunes.
Con tanto ajetreo ya ha llegado la hora de la cena. Son las ocho y cuarto de la tarde y el comedor te espera de nuevo. Cuando terminas, acabas de mirarte el tema y subes a la habitación. Son las diez y media de la noche y tienes media hora antes de que vengan a hacer el recuento. Pijama, aseo y por fin puedes meterte en la cama. A las once, los compañeros de servicio de bloque se aseguran de que todos estáis en la habitación y apagáis la luz. Otro día más en la escuela. Otro día más cumpliendo tu sueño.
Autora: Redactora Jefa Carapuchiña ;)
A continuación, os dejamos un video, de hace unos años, realizado por la RTVE sobre la vida en la academia de Policía de Ávila.
